MK: fiestas y regalos eran los de antes

La gente de Marketing y Prensa cada vez más tratan de ser creativos a la hora de agasajar a amigos de la empresas, periodistas y clientes. Entonces surgen regalos lindos como las Moleskine, (aunque uno no sea Heminway) agendas con iniciales y productos presentados en forma original.

Hace unos días por ejemplo, regalaron una bebida, en un cajoncito abierto muy lindo,  con pétalos de rosas y pepinos. Por suerte estaba con un amigo que me ayudó… porque era difícil de manejar equilibradamente el tan bonito y abierto cajoncito !! Que hoy tengo en casa como adorno, lleno de botellas.

Unos cuantos años atrás, una bodega presentó un vino Premium y regaló al finalizar el evento a los periodistas, ese vino muy importante, en una caja de madera pesadíiiiiisima. Yo debía hacer otra entrevista y acarreé la caja toda la tarde, de taxi en taxi. Al llegar a casa  la puse bajo el árbol de Navidad.

Era a fines de año, la idea era abrir el vino en la fiesta. El tema fue sacar la botella  de la caja: empotrado férreamente en el barro  super endurecido –la misma tierra donde hubo nacido ese vino- , tuve que golpear con cincel y martillo hasta romper esos cascotes (con peligro de hacer trizas la botella) y al sacar por fin Oh!!!  la etiqueta casi había desaparecido, deshecha por la tierra y la humedad.
 
Original si…pero incómodo también.
 
Pero los regalos extraños o incómodos no son un invento actual.
 
Si leemos la historia, nos encontramos con Heliogábalo, emperador de Roma, rebelde, super excéntrico y muy joven, en el 217 después de Cristo . En sus fiestas, sorteaba entre sus comensales regalos tales como 10 camellos, 10 moscas, 10 libras de oro o 10 avestruces…por ejemplo para cada uno. Y debían llevárselos,  hasta las moscas…!
 
En otro banquete cada invitado se llevó –por estricto sorteo- , un ejemplar vivo del animalito que se comió en la fiesta (sea cerdo, ternera, ave del paraíso o un conejo) o bien una bella bailarina, estatuillas de oro, un esclavo que supiera escribir, un bufón, un pastelero, un cocinero...Y nada de rechazarlos…
 
Como se ve la creatividad no es cosa nueva en estos temas.
 
Lo mismo pasaba en las fiestas. Hoy, siglo XXI  hay expertos en fiestas que ponen flores y góndolas en lagos artificiales, traen orquestas del exterior, ponen  viajes en globo a disposición de los invitados y otras distracciones. Pero el mismo Heliogábalo organizaba comidas inolvidables, por ejemplo en una de ellas los pescados se sirvieron en salsas azuladas, para recrear el mar y el vino estaba en una inmensa tinaja, donde se bañaba el Emperador y desde allí, con él adentro, Heliogábalo servía ese vino a sus invitados.
 
Estas son fiestas!!!