El gourmet del zodíaco

Leo es el comensal regio, ¡es un signo de fuego! Perteneciente al grupo de los signos fijos, lo simboliza un león y lo rige el magnífico Sol.  Son puro corazón! Nunca hacen las cosas por la mitad, por el contrario, las sobredimensionan, las hacen más grandes, piensan en grande
 
La cualidad Leonina de disfrutar de la vida se extiende también a la comida, y los buenos vinos, que los leoninos aman. Como los otros signos de fuego, tienen, en general, buenos metabolismos para quemar las calorías, sobre todo a los que practican deportes- G.Vilas-aún cuando no les gusta demasiado ejercicio. Sólo lo toleran cuando ejercitan con él la sociabilidad, tan apreciada por ellos, como el tennis y en otros deportes.

Los de Leo gustan de porciones grandes, pero no de platos complicados o con mucha salsa.
Pero ojo, tampoco disfrutan de porciones diminutas-como las de la nouvelle cuisine, salvo que el bocado sea de excelsa calidad y factura! Cuando piden “una cosita sencilla”, seguramente se refieren a a unos espárragos tiernísimos,en su punto justo de madurez, apenas dorados en manteca clarificada, o un bowl rebosante de compota de frutos rojos del Bolsón, con una copa de burbujeante champagne de la mejor cava, acompañados de unos chocolates de Kallari de 85% de cacao, ¡todo muy simple!
 
También se deleitan con los aromas del limón, las especias cálidas, como la canela, y las frutas secas como los dátiles y las pasas de uva. Les encanta la comida que cruje, carnes asadas con una costra bien tostada, galletas de agua que se deshacen en la boca, semillas de girasol y castañas, y con jaleas  de flores de caléndula. Para un plato especial, unos hongos en crema de leche, acompañados de un arroz azafranado. El vino, un varietal del año o mejor aún,  añejado unos meses para que sus taninos se redondeen, eso sí, la mejor etiqueta. Y del mejor diseño de pack.
 
Las madres leoninas pueden hacer una fiesta con una ensalada vegetariana; su modo de presentarla, disponer los acompañamientos y destacar los ingredientes será un acto de hospitalidad siempre inolvidable.
 
Aunque disfrutan de gran vitalidad y buena salud, deben cuidarse de los excesos en las comidas, y hacer la dosis de ejercicio diario que le permita conservar la línea. El corazón es su motor, pero también es su punto débil; deben equilibrar los excesos con frutas y vegetales frescos y evitar las comidas con altos contenidos grasos que ponen en peligro su sistema circulatorio.
 
Hacia el 22 de agosto, el Sol entra en Virgo, y nuestros comensales se ponen detallistas y muy tranquilos, muy centrados en la salud, la nutrición y la sanación, a través de las vitaminas y los remedios naturales.
 
Rosario y Libertad
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