Las funciones de la alimentación

En general se asume que la principal función de la alimentación es la de nutrir al cuerpo, la de brindarle los elementos básicos necesarios para recomponer las fuerzas perdidas y generar una ganancia extra para afrontar las exigencias del día siguiente. Sin embargo los antropólogos, a lo largo del tiempo, encontraron que en la sociedad humana la alimentación cumple con muchas otras funciones, alejadas de la nutrición, pero que tienen un gran significado para la vida social.

Más allá entonces de la obvia función de proveer de nutrientes al cuerpo humano, tenemos como una de las primeras funciones que reconocieron los antropólogos, la de iniciar y mantener vínculos personales. Una gran mayoría de las relaciones sociales humanas involucran a la comida en algún sentido. Cuando se invita a alguien a comer no se espera que el comensal sólo se alimente de los nutrientes (nadie invita a a nadie a tomar un complejo vitamínico en pastillas), sino que se establezca o restablezca o fortalezca un vínculo claramente social.

Otra función reconocida a partir de la alimentación tiene que ver con la delimitación de la familiaridad. Los distintos tipos de eventos alimentarios marcan el número de comensales admitidos, en general en línea con una proximidad basada en la amistad o en el parentesco. La comida cotidiana suele estar reservada para los más íntimos, con algún invitado ocasional que suele ser alguien de bastante confianza. La comida de fiesta suele ampliar la comensalidad y dependiendo del tipo de fiesta variará también el número y el origen (familiar, amistoso, laboral, etc.) de esos comensales admitidos.
 
La alimentación sirve también como foco o centro de gravedad para muchas actividades que se realizan en grupo. De hecho existen instituciones en muchas culturas, en la que el trabajo comunitario se retribuye con comida y bebida. Cuando se realizan actividades en grupo, aún un simple cumpleaños, siempre la cocina y la comida son los centros de atención, pero también es el espacio de reunión, donde hay más facilidad para el diálogo, debido seguramente al propio carácter de la alimentación como un hecho social total.

Las comidas suelen ser vehículos donde se materializan el cariño y el amor. En nuestra cultura regalar bombones es una forma de expresar un sentimiento. La metáfora llega a tal extremo que las cajas suelen tener forma de corazón,
 
Los alimentos suelen expresar tanto una pertenencia colectiva como marcar una individualidad. Esto que podría parecer una contradicción, encubre en realidad una situación compleja y vinculada con esa cualidad holística que la antropología le atribuye a los alimentos. Por un lado son un claro signo de identidad cultural; ingredientes básicos, formas de preparación, incluso maneras de comer, nos unen en un conjunto social. Por el otro lado en la comida siempre queremos remarcar nuestra individualidad, poniendo el toque personal, fundamentalmente del lado de la creatividad, que acompaña siempre a la cocina. Como en pocos fenómenos de la sociedad, en la alimentación se da esa extraña conjunción entre identidad cultural e individualidad.
 
Los alimentos se utilizan también como una forma de intervenir en el proceso de salud y enfermedad. Ya desde la época griega se planteaba que "de tus alimentos harás tus medicinas" y hoy en día lo vemos tanto en las publicidades como en los remedios domésticos, se plantea un vínculo indudable entre determinados alimentos y determinadas enfermedades. Entran aquí toda la gama de yuyos con los que se preparan tés, hasta los agregados de determinados compuestos a los alimentos como una forma de erradicar un determinado problema de salud (como lo que sucede con la sal yodada y el bocio).

Podemos seguir nombrando funciones de la alimentación, como la que refiere a la comida como vehículo de transmición de información sobre la clase social a la que pertenece quien la ofrece o bien la simple ostentación de poder que se da en un banquete. Sólo una de todas las funciones mencionadas o que podamos encontrar refiere a la nutrición del cuerpo. El resto nos muestra como la comida se encuentra en el centro de nuestra vida social y como estructura un montón de comportamientos afines y al mismo tiempo define relaciones sociales.

Lic. Diego Díaz Córdova