Domaine Chandon en Napa Valley

En este viaje por California que emprendimos… por fin Napa…! luego de visitar muy interesantes lugares: como la elegante Santa Bárbara, el tranquilo y cuidado Ventura, Montecito donde viven los famosos en mansiones de 16 millones de dólares o San Francisco con su ondulaciones, el tranvía y sus “sale” peligrosamente tentadores o las no menos tentadoras y deliciosas  langostas en el  Fisherman`s  Wharf.

Imposible soslayar Yosemite y las increíbles enormes sequoias del bosque Mariposa y por supuesto y obligatoriamente para cinéfilos Los Angeles y el Universal Studio. Me encantan los pueblos o ciudades pequeños y pintorescos como Ojai, con los cultivos orgánicos en el Farmer Markets (increíbles tomates negros y zanahorias blancas…) y su movimiento cultural de arte como el Art Garden Gallery Jan´s con esculturas amparadas en bello jardín selvático.
 
También en Ojai visitamos con una gentil anfitriona –mi sobrina Dina Osona- la Fundación Jiddu Krishnamurti. Allí vivió este pensador nacido en India (cuyo pensamiento tanto frecuentamos y discutimos en las tertulias de nuestra adolescencia) “escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación, las relaciones humanas, la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global” – La Casa de la Fundación es un verdadero templo blanco de meditación arriba en la montaña, donde es imposible no sentir una elevación espiritual. 
 
Y en  Santa Paula, encontramos  el sabor de la comida mexicana … Ya habíamos probado los vinos de Santa Ynez, de Paso Robles. Pero esta vez llegamos al corazón del vino, a Napa Valley y a sus bodegas. Muchas, variadas, importantes.
 
California es tierra de vinos, buen terroir, con suelos diversos, clima excelente, con amplitudes térmicas adecuadas y una tradición en la elaboración que data de los primeros viñedos  que se plantaron hace más de doscientos años. Sin embargo el auge del vino es realmente bastante reciente. Los vinos más conocidos y aceptados son a partir de uvas clásicas (Cabernet Sauvignon y Chardonnay), empero en este momento hay cepajes exitosos como el Pinot Noir, el Pinot Grigio o incluso el Pinot Meunier, introducido por Domaine Chandon. También el Syrah o el Merlot. Muchos de ellos han logrado certificación geográfica AVA (American Viticultural Areas) sea por tradición como lo de Carneros o por delimitación de valles vinícolas. Y por supuesto el emblema, ¡Zinfandel!
 
La primera parada fue en Yountville. Domaine Chandon nos esperaba a las 10 am. Nuestro primer contacto fue aquí en Chandon Buenos Aires con una querida amiga de larga data, Cynthia Ballester. Le contamos acerca del viaje y nos contactó con Domaine Chandon California. Una muy simpática Chloe Tyler fue la guía allá en Napa, e introductora en la visita y el Tasting. La bodega pertenece al grupo internacional de origen francés LVMH (Luis Vuitton Moët Hennessy). Y fue la primera que produjo sparkling wine en Napa Valley allá por 1976. 
 
Impresiona ediliciamente desde el vamos, con bellos jardines y espejos de agua, mentalizando a los visitantes, ya desde la entrada, al presentido gozo de sus sparkling. Visitamos la huerta de vegetales orgánicos (para uso exclusivo del restaurante) y una pequeña plantación de sus cepajes más importantes. Chloe nos cuenta una curiosa forma ecológica diríamos, de ahuyentar a los indeseables visitantes que pueden dañar los viñedos (roedores): es con lechuzas y con murciélagos.
 
Chandon introdujo en California, el Pinot Meunier (con granos más grandes) para completar la trilogía clásica con el Chardonnay y el  Pinot Noir (proveniente de la zona de Carneros)  en sus sparkling. Agregaron para un rosado innovación la cepa Cannalis, que le otorga notas adamascadas y cierta cremosidad.
 
Para los espumosos se utiliza el método champenoise y hasta no hace mucho los últimos pasos en los sparkling más importantes, como el famoso “golpe de puño” y el degüelle se hacían a mano.
 
Los champañas pasan siempre por un prolongado reposo sobre lías: el Brut Classic: un año, Les Réserves:  tres  años, Les Vintages: 4-6 años  y el  Cuvée Etoile: 5-7 años. La barrica se utiliza solamente dos veces y luego las envían a Francia.
 
Después de una explicación y paseo por los diferentes pasos de la elaboración llegamos al momento clave: la Degustación preparada en un amable jardín. Probamos tres sparkling : Primero un Rosé (55% Chardonnay, algo menos de 45 % Pinot Noir y el agregado de un toque  de Pinot Meunier ). Color piel de cebolla intenso a rosado, en la copa se observa un perfecto surtidor de mínimas burbujas. Fresco y delicado, perfecto para una entrada o la copa del atardecer. Luego llegó un bivarietal con 55% Chardonnay y 45% de Pinot Noir con sabores frutales y notas almendradas con mayor cuerpo que el anterior, como para la comida. Y por fin el esperado, un Vintage Cuveé similar al Dom Perignon, que llegó acompañado por ostras gratinadas. Una delicia en la nariz y en la boca. De este último solamente hay 1600 cajas, ya que es muy exclusivo. Los precios en bodega, u$s 50 el Rosé, u$s 40 el segundo y u$s 100 el Cuveé. Las uvas que utiliza la bodega provienen de Mount Veeder, Carneros y Yountville. Obviamente no sólo de espumosos vive Chandon, también posee alta calidad en vinos tranquilos blancos y rojos que tienen gran éxito, entre ellos un tinto al estilo australiano con 40% Zinfandel (la uva insignia de USA) y 60% de Pinot Noir.
 
Dejamos Domaine Chandon (paladeando el recuerdo) y partimos rumbo a otras paradas en este itinerario: una bodega boutique llamada Mi sueño. Luego iríamos a visitar Harlan State y Staglin Family.