James Bond, el gourmet

“Mi nombre es Bond, James Bond!” solía presentarse y ordenar, antes de cenar, un Vodka -Martini, “agitado, pero no revuelto”…. mientras resonaba en el cine la música compuesta por Monty Norman, interpretada desde la primera película por la Orquesta de John Barry.

Desde hace 50 años que el más famoso agente secreto, gentleman, gourmet, atractivo e implacable atrapa a los amantes de los films de acción. La novela de Ian Fleming pasó al cine en 1962, con un Bond personificado por Sean Connery quien lo interpretó 1962 / 1967 / 1971 y 1983. Para mí, el mejor (opinión personal), aunque Roger Moore, el actor que personificó más tiempo al héroe, ¡no estaba mal tampoco! En realidad fueron seis actores los que personificaron al 007. El último agente, en el film Skyfall que se acaba de estrenar, es Daniel Craig que, en lugar del Martini... bebe cerveza!!
 
Los gustos sibaríticos del personaje se igualan a su atractivo con las mujeres y su valor ante el peligro. En la recordada película Diamantes para la Eternidad, le dice a Tiffany Case: “Mi idea de una chica, es aquella que sabe hacer tan bien el amor como cocinar una Sauce Béarnaise o Salsa Bearnesa” ¡¡¡Wow!!!
 
Comentamos acerca del Martini-Vodka, famoso, que aparece por primera vez en el film Goldfinger, pero sin embargo su gusto y placer se explaya también hacia los vinos y el champagne. En realidad una estadística singular nos aclara que en toda la saga, Jame Bond ha bebido una copa en 431 ocasiones, de las cuales 65 son de champagne, 57 de  Bourbon  y 42 de Whisky Escocés. El ya nombrado trago fue bebido en 41 ocasiones. El Agente 007 - con licencia para matar - tiene una receta de Ginebra con Vodka, que bautizó como su novia Vesper, que aparece en la película Casino Royale: “Tres medidas de Gordon's, una de vodka, media de Kina Lillet. Agítese muy bien con hielo y servir un rulo de piel de limón". Un consejo que siempre aclara nuestro personaje es que “al agitarla, y no revolverla, se oxida la misma de distinta manera y se consigue un aroma especial” si non e vero… reclamar al inefable Bond.
"CASINO ROYALE" de 1967,  tuvo como protagonista al inglès David Niven. como un ya mayor Sir James Bond. En esa pelìcula el villano fue interpretado por Woody Allen, nada menos. Pero trabajaoron grandes del espectaulo como John Huston, Charles Boyer, William Holden y Kurt Kaznar. Fue un film denominado "no oficial", tanto como Never Say Never Again (1983), financiada por Connery.
 
En cuanto al vino, no se va con chiquitas. En la misma Casino Royale, James y su chica, Vesper beben Château Angelus, Premier Grand Cru Classé Saint-Émilion´82 (u$s 300), que es un burdeos (Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc). Otros de sus vinos favoritos es el Mouton Rothschild añada 1947 (u$s 3.400) o el Pesporter Goldtropfecench´53 (sin precio actual).
 
Si es champagne, obviamente francés y de los mejores: Taittinger (32,95 € la botella individual de 75 cl.). Bollinger o Dom Perignon´53 costo actual 2.000 €– (enfriado en frappera un poco por encima de los 3 grados) para acompañar el caviar Royal Beluga Iraní "Black Pearl" (30grs: 69, 44 €.)  En el Bollinger coincide con el gusto de Marylin Monroe, debe ser un “RD” (iniciales de "récemment dégorgé") criado durante  8 años en botella y apto para guardar durante casi un siglo. La Maison Bollinger, produce al año escasamente unas 3.000 botellas. (el cosecha´96, un corte de Pinot Noir (70%) y Chardonnay (30%) de 16 crus con categorías de Grand Cru (67%) y Premier Cru (33%) más de 290,00 €
 
¿Y que come? Pues sigue con la sofisticación por supuesto, pero en realidad, al decir del autor Ian Fleminge, le encanta también la cocina sencilla como un lenguado a la parrilla o el roast beef con ensalada de papas. Obviamente no se puede comer a diario (aunque a Bond le hubiera gustado) sus platillos preferidos, como las colas de langosta delicadamente gratinadas, foie gras, croquetas de lucio o los cangrejos “con mantequilla” que saboreaba en Goldfinger.
 
Veremos si este nuevo James Bond de hoy nos seduce como los anteriores y cuáles son sus caprichos actuales - en comida y vinos -. Mientras esperamos averiguarlo ¿porque no nos preparamos un “Vesper”?