¿Tomamos un “fernè”?
Investigamos esta bebida bien argentina, aunque provenga de Italia, como la pizza o la pasta que sacaron carta de ciudadanía en el gusto y el corazón de los argentinos. Aunque su origen es nebuloso, algunos dicen que su inventor fue suizo, otros afirman que de Checoslovaquia y la versión más fuerte y seguramente verídica apunta a Italia. El caso es que el “Fernet” (nosotros obviamos la t final)…. es un éxito en todas las generaciones y las clases sociales. Según la "Cámara Argentina de Destiladores Licoristas, en 2011 se produjeron en el país más de 36 millones de litros de “amargos, bitter y fernet”, de esta producción se consume aproximadamente el 35% en el Gran Buenos Aires (cuya población es de aproximadamente 14 millones de habitantes ) y un 30% en la provincia de Córdoba. (con una población aproximada de 3 millones de habitantes) Muy amargo, opaco, con fuerte aroma y especiado y de textura áspera y muy alta graduación alcohólica, nadie sabe el porqué de su éxito. Al parecer la palabra Fernet, deriva del milanés "fer net", o "hierro pulido", porque en los comienzos, se utilizaba una placa al rojo en su elaboración. ¿Y cómo se hace el tradicional “Amaro”? El secreto profundo no se conoce, está muy bien guardado, porque aunque se sepa que puede contener hierbas como mirra, ruibarbo, manzanilla, cardamomo y azafrán y extractos (principios activos) de raíces, tallos, flores, frutos y otros muchas más; aunque lo seguro son hojas manzanilla, caramelo y alcohol de uva.
Pero lo importante radica en otras cuestiones: De cada componente, de cada hierba se extrae el principio activo de una manera diferente (por vapor, por ebullición, por disolución en alcohol). Y el blend final “envejece en trescientas cubas de miles de litros, cada una de ellas distinta de la otra, pero todas hechas con roble de Eslavonia, por lo menos un año”. Luego la bebida se filtra y pasa a la matriz. Se denomina de esta forma a un conjunto de nueve barricas madres, conectadas entre sí, que suman casi medio millón de litros. Al cabo de un tiempo establecido, van sacando parte del contenido, pero por cada litro que se extrae para embotellar, ingresa un nuevo litro de fernet, ya con un año de reposo, a la primera de las nueve barricas interconectadas. Este procedimiento me hace acordar a la elaboración del Jerez “por soleras”. Hay en el mundo una “guerra” de marcas, sin embargo el líder es Fratelli Branca, quien remite al año 1845 y atribuye la creatividad a “Bernardino Branca, un boticario italiano y a su fiel ayudante, que ha pasado a la historia como el Doctor Fernet”. En Argentina, comenzó su historia como “bebida medicinal” combinada con agua, soda o vermouth rojo. E incluso como reconstituyente, al mezclarlo con café caliente. Branca abrió su primera bodega argentina –única fuera de Italia- en 1941, en Parque Patricios. La bebida tomó más fuerza cuando comenzó la moda de mezclarla con Cola. Que se ubica aproximadamente a finales de 1980. Todos recordamos un famoso poster publicitario, denominado ¡Unico!, en el que se veía la botella del Fernet y atrás una Coca Cola, al costado el vaso traspirado por el frío de los cubitos… Mmmm ¡muy tentador! Lo curioso es que, si bien en mis recuerdos porteños el Fernet era infaltable con el vermouth de los domingos, tanto en la casa como en el bar, fue en Córdoba donde se hizo pasión. Por ejemplo nos cuentan que llaman “90210” a la mezcla de 90% de fernet, 10 % de coca y 2 hielos. Los cordobeses beben unos ¡¡siete millones de litros de Fernet por año!! Y está muy emparentado con la música de esa provincia. La segunda ciudad del mundo después de Córdoba -Argentina- en la pasión por la bebida es San Francisco -California- USA. Allá lo beben preferentemente en tragos, aunque también puro o mezclado con ginger ale. En fin, queda mucho por contar acerca del amargo, pero las marcas y sus batallas serán objeto de otra nota… ¡Salud!! |