¿Qué pasa con los corchos?El aumento al 35% del arancel de importación para una cantidad variada de productos que incluyen una variedad de tablets, computadoras y motos entre otros, se anuncio a fines de enero. Dentro de estos casi cien insumos o productos, dos son importantes para la industria del vino: los corchos aglomerados y las duelas de robles. Este tipo de corchos se utilizan para tapar vinos de precio medio. En otra nota nos ocuparemos de las barricas de roble. Los vinos de alta gama van a seguir tapándose con corcho flor -el mejor-, sin elevar su precio, por lo menos por este motivo, ya que sólamente a los corchos “aglomerados” les elevan el arancel de importación. Son aquellos que vemos en las botellas de vinos medios, esos que dependiendo de su calidad se suelen desgranar. Pero a no lamentarse, ya que tenemos los sintéticos que siguen siendo mucho más económicos y cumplen la misma función que los de alcornoque. Una empresa multinacional -Nomacorc-que provee la mayoría de los sintéticos en el mundo del vino, acaba de abrir una planta en la provincia de San Juan que cubrirá con producción nacional un 20% del mercado. Los corchos sintéticos no se enferman (el alcornoque suele contagiarse del temido TCA, que trasmite ese olor mohoso, a corcho hùmedo desagradable al vino) y cierran en forma hermética Aunque aseguran que dejan pasar el oxígeno indispensable para una correcta guarda. Por otra parte son los que nos piden del exterior, los países que compran vino argentino, en el segmento medio. Hasta ahora la importación de corchos aglomerados no fue nada económica, si la comparamos con los sintéticos. Los de alcornoque cuestan unos 500 euros el millar mientras que los nuevos salen entre 40 y 120 dólares, dependiendo de su calidad. ¿Entonces, por qué no se utilizan masivamente? Y… todavía hay prejuicios en el consumidor, prejuicios que por suerte se van disipando. Según los bodegueros los tapones sintéticos y las tapas a rosca, suplen con ventajas a los aglomerados, ya que conservan ciertas características de frescura y sabor en los vinos medios, aquellos que no se elaboran para la guarda. Obviamente aún no se sabe o no se ha tenido la suficiente experiencia en años transcurridos, como para asegurar que ocurre lo mismo con la crianza y guarda de los grandes vinos de alta gama. Sin embargo, otros expertos aseguran que la tapa a rosca será la que suplirá los corchos puros de alcornoque. Y ya hay mercados que la piden, incluso para los de alta gama, clientes de vinos argentinos como son Estados Unidos, Canadá e Inglaterra. Personalmente pienso que este cambio sucederá en escala dentro de unos cuantos años ya que, más allá de las condiciones de hermeticidad y eficacia, el consumidor gourmet ama los corchos de alcornoque largos y perfectos, que se pueden mirar y oler. ¡¡¡Es que ese, es el primer paso hacia el disfrute de un gran vino!!! |