La sal y la vida

A las cosas que nos dan alegría, que ponen ese toque diferente y dan sentido a nuestro vivir les llamamos "la sal de la vida". Porque la sal, como condimento realza el sabor de los alimentos y también los conserva (recuérdese las carnes saladas, el jamón crudo curado con sal antes de exponerlo al aire puro y frío de las alturas o las conservas preservadas con sal). Por eso fue vital en la antigüedad cuando se pagaban los trabajos con una bolsita del precioso elemento el "salario". Hoy la gastronomía utiliza y realza sus platos con una gran variedad de presentaciones, sabores y hasta texturas. Sal con hierbas, con ajos, con cebollas, con algas. Hay piedras de sal del Himalaya que se deben rallar sobre el plato servido, a gusto; sales de vino, fleur du sal (una de las mas exquisitas).
 
Químicamente un grano de sal de mesa contiene 400mg de sodio y 600 mg de cloruro y un toque de yodo. La hoy de onda Sal Marina, es producto de la evaporación del agua de mar, con menor contenido sodio y que contiene otras sales, oligoelementos y minerales. Al ser su sabor mas acentuado es posible utilizar menor cantidad en la cocina, igual que la Sal Ahumada. Dada la tendencia actual de reducir el consumo de sal, debido a problemas cardíacos y de presión arterial, que probablemente sean en mayor medida debido al estrés de la vida diaria que a la sal, hay en el comercio algunos substitutos. Pero que no llegan en realidad a la calidad de un grano de sal natural. El problema son aquellas personas que la consumen en exceso. Todos hemos visto en los restaurantes o en nuestras familias, prácticamente volcar el salero sin antes haber siquiera probado el plato servido. Y esto, además de ser malo para sí mismo, es pésimo para el cocinero o cocinera, que trató de lograr el mejor sabor y con el exceso de sal lo desvirtúan .
 
Un sustituto de origen oriental de la sal es el Gomasio o Sal de Sésamo. Se trata de semillas de sésamo molidas o trituradas y tostadas a lo que se le agrega un toque de sal marina. Este condimento es bajo en sodio pero al mismo tiempo gracias al sésamo, rico en hierro y en calcio.
 
Creo que comer con un leve toque de sal, agregando por ejemplo pimientas, realza también el sabor de los platos y es más saludable. Además la mayoría de los alimentos naturales como las verduras ya poseen en sí mismos algo de sal, pero además son tan sabrosas, como en el caso de nuestras carnes, que no hace falta salarlas demasiado. Sin embargo, si prefiere no utilizar la sal común, investigue, pruebe con gengibre rallado, ajíes y pimientas… y no olvide un toque de música y alegría… una sonrisa, un proyecto. ¡En fin la sal de la vida!