La mejor compañía…el agua
Cuando abrimos las canillas y surge un claro, fresco y burbujeante chorro, nunca pensamos en su importancia. Porque el agua es fuente de vida y constituida por hidrógeno y oxígeno forma parte de los seres vivos. La encontramos en las 3/4 partes del planeta Tierra, ¡¡aún!!, en forma de ríos, lagos y mares. En el interior de la tierra y en la superficie. Puede ser "dulce", es la que contiene una mínima cantidad de sales o "salada". La llamada Agua Mineral se extrae del sub-suelo ya mineralizada naturalmente desde su origen. Contiene minerales y otras sustancias, que se bebe o también se utiliza para curas (baños termales). Cuanto mayor es la profundidad en la que se encuentra la fuente, más pura será el agua. La diferencia de sabor, olor y su contenido de mineralización está dada por las rocas y arenas que la filtran naturalmente. Hay aguas minerales famosas y muy caras. Por ejemplo la FijiWater, que surge de un manantial natural en Fiji, en Oceanía, acrecentado por agua de lluvia en la isla de Vitti Levu (un lugar con cero contaminación… dicen). Otro producto natural y caro es la que proviene del Mont Blanc (Los Alpes-Francia) a más de 8.000 m/sm (entre glaciares), donde surge un hilo de agua que desemboca cerca de Evian. Por eso el nombre comercial del agua. Es el agua más vendida del mundo y ha estado presente en más de un film, en desfiles de moda y en la mesa de los mejores restaurantes. Su botella más cara es una diseñada por Christian Lacroix, una Reina de la Nieves de las que se hicieron solo 99 ejemplares a 50.000 Euros cada una. Y hay quienes se bañan en esa agua y dicen que hace maravillas. En Argentina hay varias marcas, con diferencias en sus componentes, depende de donde surjan. La clásica es la Villavicencio, que nace en la montaña mendocina, de un manatial a 1750m/sm. Degustación de Agua: Sí, las hay igual que con el vino. Oímos el fluir del agua al servirla en la copa y allí notamos su peso; la vista nos indica brillantez, transparencia, ausencia de sedimentos. Al acercar la copa a la nariz observamos su aroma, puede tener alguna nota mineral, pero lo mejor es la "ausencia de aromas". En la boca, el "tacto" percibe la temperatura y la pungencia (en el caso de las gasificadas). Con el sentido del gusto percibimos matices de salinidad, acidez o amargor. El agua, es la compañía ideal del vino. El agua sirve para limpiar y refrescar la boca y separar los sabores, limpiando las papilas gustativas, tanto de vinos como de comidas. Y además es bueno, a mi entender, en una cata de vinos oler el agua –no clorada-, entre vino y vino, para también limpiar el olfato y apreciar las diferencias entre cepajes, añadas, etc. Y además, que mejor que una copa de agua bien fresca cuando ¡¡arrecia el calor!! |