Tannat, la uva viajera

Es muy poco conocida y siempre se la relaciona con el Uruguay. Es que los vinos de Tannat son considerados sus vinos de bandera, tal como sucede en el caso Argentina con los Malbec. Y sin embargo la uva transitó por nuestro país antes de radicarse en la Banda Oriental. Pero vamos por el principio.

 

Se origina en el suroeste de Francia (Madiran). Sin embargo allí no era muy admirada que digamos. Y la Tannat comenzó su viaje: se traslado a nuestro país, en los baúles de un vasco, Juan Jauregui y se asentó en Entre Ríos hacia el final del 1800. Este agricultor apodado "El Lorda" plantó la Tannat en Concordia y logró hacer un vino bastante respetable. La uva tomo ese apodo y se la conoció como Lorda. Paralelamente otro viticultor, también vasco, Pascual Harriague trataba de conseguir un vino distinto en Salto, Uruguay. Conoció lo hecho por El Lorda y consiguió que éste le vendiera unos 16 sarmientos de esa uva diferente.  En 1876 fue su primera vendimia de Tannat en Salto.

 

Entre tanto la vitivinicultura entrerriana seguía creciendo. "En 1907 Entre Ríos ocupó el cuarto lugar en el Censo Nacional de Viñas con una extensión de 4.900 hectáreas y más de 30 bodegas. Y hasta 1937 producía cinco millones de litros con 5 mil hectáreas implantadas. Pero, una ley nacional del mismo año prohibió la vid en esta zona favoreciendo la de Cuyo (Mendoza y San Juan) y las bodegas debieron cerrar. Este lapso duró hasta 1994, cuando se derogó la ley siendo posible la vitivinicultura en toda la Argentina

 

La Tannat entretanto seguía su derrotero en Uruguay, siempre con algunos problemas, tanto en América como también en su cuna, Europa. El 28 de diciembre de 1910 un incendio destruye totalmente la bodega y las viñas que había logrado levantar Harriague en Salto. Dijimos que también en Europa la Tannat tuvo un destino incierto. Porque anteriormente en 1863, la plaga Filoxera destruye la totalidad de las plantas de Tannat Francesas (entre otras que fueron también diezmadas). Parecía destinada a desaparecer. Sin embargo, hacia 1990 otro enólogo europeo "descubre" lo que había quedado, semi abandonado en Salto y la Tannat consigue que la lleven al éxito. A partir de entonces, a fuerza de trabajo en el viñedo y en las bodegas, se logra la calidad requerida. Se calculan más de 3000 hectáreas de uva Tannat en Uruguay, siendo así el viñedo más grande del mundo para este varietal.

 

Podemos nombrar algunos Tannat: uno entrerriano, el de Bodegas Vulliez Sermet con crianza en roble. El otro, uruguayo de Bodega Juanico: Vino Don Pascual como homenaje a Don Pascual Harriague.  El 30% de este vino pasa por barrica de roble Americano y Francés. La regiones clásicas del vino en Argentina no se han quedado atrás y hay buenos ejemplares de este cepaje. Como los salteños, el Colomé Lote Especial Tannat 2011 de Bodega Colomé. Y El Porvenir Amauta Absoluto Tannat 2012 de Bodega El Porvenir de Cafayate o el Fin Single Vineyard Tannat 2007 de Bodega Del Fin Del Mundo de Neuquén. Una característica del Tannat es  el grosor de su hollejo, por el cual duplica los agentes antioxidantes del clásico Cabernet Sauvignon. Y dicen los que saben que gracia a ello es el mas saludable de los vinos. ¡Salud!