La copa ideal para catar IRAM 20023

¿Qué significa usar una "copa ideal" para probar un vino? Es aquella en la que se puede percibir adecuadamente sus condiciones de color, aroma y sabor, no tergiversado por su diseño o el grosor del cristal. "Es decir que permite hacer un profundo análisis sensorial y concentrar toda la atención sobre el vino".
 
La historia nos cuenta que en el 1600 aparece el Cristal en Inglaterra y, a partir de allí, nacen las grandes cristalerías a lo largo del tiempo (Lalique, Baccarat, Tiffany entre las más famosas y ya en 1939, Riedel). Y se crearon formas y colores atractivos. Sin embargo en 1937 se presenta en la Exposición Industrial en París, una copa totalmente lisa causando mucho revuelo. 
 
Más adelante en 1977 se produce la creación de la Copa de Degustación llamada INAO – Instituto Nacional de Denominaciones De Origen (Francia) y con la Homologación por la Norma ISSO 35912-1977 (Diámetros: Boca  4 cm y Caliz 6cm).
 
Hoy la Copa ideal para Catar ha sido reglamentada por las normas IRAM 20023.
 
Según el informe de la entidad "la norma fue revisada por parte de bodegueros, corcheros, enólogos, organismos oficiales, universidades, laboratorios y organizaciones privadas que aportaron voluntariamente su opinión para la redacción del documento. Y establece la forma, las dimensiones y el vidrio de una copa y además ofrece ciertas pautas para su limpieza".
 
Las copas constan de un Cáliz, un Tallo y un Pie. Según la Norma el cáliz será de forma ovoide truncado.  "El diámetro del borde del cáliz debe ser de un diámetro menor que el de la parte convexa".
 
Este tema es de suma importancia ya que de esa manera concentra las sustancias volátiles del vino. El cristal será incoloro, sin dibujos o grabados, para permitir una óptima visualización. La moda puso en algunas mesas copas negras. Estos elementos en realidad son para realizar Cata a Ciegas y no para usar normalmente, aunque la "anciana dama de los almuerzos", comenzó a usarlas en sus reuniones. ¡Absurdo!
 
Es muy importante el borde de la copa. Es el primer contacto con nuestra boca. Sin rebordes ni engrosamientos, comunes en las copas ordinarias que poseen lo que se llama "labio enrollado". El borde grueso empeora cualquier vino por bueno que sea ya que acentúa la acidez y la dureza. Hay mucho que contar acerca de este bello y útil adminículo. Pero es menester dar un consejo: Si no hay copa normalizada, utilizar la mejor de la casa, alguna del casamiento de la mamá, aquellas que nos legó la abuela, traslúcida (aunque tenga algún dibujo) pero de fino cristal.
 
Y acá va la prueba definitiva de cómo el vino cambia de acuerdo con el recipiente que usamos: prueben el mismo vino en un vaso grueso de la cocina y en la copa de cristal. Y evalúen… ¡Exitos!