¿Y usted que vino prefiere?
Saber qué tipo de vino es el que prefiere el consumidor a gran escala, es una preocupación de las entidades que dirigen el sector vitivinícola. En una nota realizada por la web fondo vitivinícola, José Luis Lanzarini, bodeguero y titular del Fondo Vitivinícola Argentino, brazo ejecutor de la política que Coviar lleva adelante, con la campaña de promoción del Vino Argentino en el país, expresó como canalizan esa inquietud: “Desde el Fondo, estamos diseñando un estudio de mercado del perfil del consumidor de vinos argentinos y bebidas sustitutas, similar al que realizó el Fondo en el año 2003, de manera de poder realizar comparaciones luego de 10 años.” Y también ver de qué modo se orienta la comunicación futura.(Aunque esperamos no repitan aquello del vino en el boliche… porque fue, a mi saber y entender un grueso error de concepto, que luego por suerte subsanaron con las otras campañas posteriores).
Sucede que hay una enorme cantidad de productos que compiten en las góndolas, lo que significa un panorama demasiado extenso para los compradores. Salvo para aquellos aficionados, entendidos etc., quienes se inclinan por probar, catar, degustar novedades o seguir a sus bodegas preferidas.
En Argentina, tierra de vinos, hay funcionando más de 1000 bodegas pero muchas hacen vino “de traslado”, es decir que no llegan al mercado con marca propia. De estas últimas sólo 300, pero que han puesto a la venta cerca de 3000 etiquetas. Y ¿en la góndola qué sucede?. Muchas veces el comprador se siente mareado por la literatura que suele ponerse en la contra-etiqueta, con explicaciones sobre terroirs, aromas y sabores, alturas y referencias que suelen desconcertar. Porque aunque hay muchísima más información que hace unos años, cursos y programas de TV y radio, revistas especializadas y secciones en los diarios… aún todos utilizan un léxico o conceptos que no suelen ser claros para una persona común.
Por otra parte, las costumbres han cambiado. Hoy normalmente a mediodía no se bebe (salvo en comidas especiales); antes el vino con soda era infaltable y también una copa de vino puro al mediodía y a la noche. El consumidor actual bebe sólo por la noche o en los fines de semana, en menor cantidad que algunos años atrás, aunque con mejor relación precio-calidad. Y no porque falte vino, ya que Argentina es el quinto productor mundial de esta bebida detrás de Italia, Francia, España y Estados Unidos. En cuanto a la cantidad estamos en séptimo lugar entre los consumidores del mundo, con más de 29 litros anuales por persona. De lo que se produce ocupamos el undécimo lugar en el rubro exportador.
Sin embargo la crisis del sector hace que la Argentina pierda mercados, según afirma la Presidente de Wines of Argentina. Cuando leemos estos conceptos pensamos que las bodegas pese a todo deben seguir adelante y sin bajar la guardia (en tecnología por ejemplo) ya que la calidad del vino argentino es excelente, para recuperar esos públicos y obviamente ganar más mercados. Suponemos que no sera facil sin algunas medidas que se deben tomar desde el Gobierno. Y la estrella es el Malbec.
En cuanto para nosotros, los argentinos, el vino es la Bebida Nacional, porque aunque bebamos menos, se trata de una costumbre, cultura heredada de los pueblos mediterráneos y es inevitable pensar en las duplas asado-vino o pastas-vino- o guisos y pucheros-vino.
En general también hay una marcada preferencia nuestra por el Malbec, entre los tintos, aunque va ganando espacio la Bonarda y siempre el Cabernet Sauvignon.
Y ya los hombres recios no se amilanan ante un Chardonnay o un Torrontés, que son opciones inevitables y atractivas. Pero aún el tema es conocer el perfil del consumidor, edades, sexo, cuando, cómo y porqué bebe vino y realmente qué tipo de vino prefiere: liviano, sencillo, sabroso, fuerte, con largo regusto. Y con el rosado… ¿qué? ¿Es una moda?.
Y a todo esto ¿por qué no volvemos al vino con soda (un refresco criollo) en lugar de las aguas saborizadas?. Me encantaría tener respuestas… ¡Salud!
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