Mercado de Vinos 2016

El consumo de alta gama ha subido, cayendo el de los más baratos. Este año, la demanda de la "bebida nacional" argentina cayó un 7,3% hasta septiembre. Mientras se reduce la venta de los vinos de menor precio, los de alta gama continúan ganando consumo y adeptos. Varias bodegas lanzaron etiquetas de más de $ 300 este año, los enólogos tienen auge en las redes sociales y comienza la XV Feria de Vinos de Lujo, donde esperan más de 4000 personas, a un valor de $ 1000 la entrada.
 
El vino no vive su mejor año: la venta al mercado interno cayó un 7,3% hasta septiembre, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), por la fuerte inflación local, que generó una pérdida del poder adquisitivo a gran parte de la población.
 
Sin embargo, no cae el consumo de todos los vinos. Los de alta gama siguen en alza y ganando adeptos, ya que sus consumidores no perdieron poder de compra, sino todo lo contrario. Según datos de la consultora Nielsen, la venta en supermercados de vinos de bajo precio (promedio de $ 35) caen un 5%, mientras que los llamados premium ($ 71), que en realidad hoy ya son más de "precio medio", crecen 13% y los superpremium ($ 117), un 21%. Otras categorías, como Ultra Premium ($ 209) y Uber ($ 518), no suelen venderse tanto en supermercados, sino en vinotecas, canal no registrado. Pero los lanzamientos del último año de varias bodegas, enfocadas en vinos de más de $ 300, y la vigencia de ferias como la de Vinos de Lujo, dan cuenta de segmentos de alto crecimiento, si bien desde una base pequeña, ya que se trata de partidas limitadas.
 
"La clase alta y la media alta no perdieron poder adquisitivo y sigue comprando vinos de alta gama. Hay varios perfiles de consumidores para esos productos. Están los que los compran para "pertenecer"; hacen fiestas en sus casas y compran una marca reconocida como premium; es un consumo aspiracional, por esnobismo".
 
"También hay jóvenes empresarios o ejecutivos, de menos de 40 años, que consumen mucho, se animan a etiquetas premium más allá de las tradicionales y a nuevos tipos de vinificación", comentó Norberto Díaz, director de la mencionada XV Feria de Vinos de Lujo.  Más de 4000 personas se llegaron a la expo en los cuatro días, para degustar estos preciados exponentes, a un costo de $ 1000 la entrada. También hubo una cena de lujo para 200 personas, con un menú de 5 Pasos y dos vinos por paso, a cargo del chef de La Bourgogne, Jean Paul Bondoux, a un "módico" costo de $ 4000 el cubierto.
 
"También se nota este mayor consumo en el auge de enólogos que participan o son nombrados en las redes sociales y tienen un contacto asiduo con los consumidores, algunos con más seguidores incluso que la propia bodega", comentó Díaz.
 
La tendencia de mayor consumo de vinos de alto precio fue impulsada en los últimos años por las bodegas, que se focalizaron en exportar vinos de mayor gama, ante la pérdida de rentabilidad de los segmentos más bajos, y no poder ajustar los valores en mercados externos al ritmo de la inflación.
 
Sólo en el último año "se lanzaron más de 15 etiquetas de más de $ 300, de partidas chicas", precisó Díaz. Lo hicieron tanto bodegas enfocadas en alta gama como otras más masivas. La salteña El Esteco lanzó Chañar Punco 2012 ($ 625) y Fincas Notables Cabernet Franc ($ 360); Las Perdices presentó Ala Colorada Ancellotta 2013 ($ 360); Blanchard & Lurton, su Grand Vin 2014 ($ 380); Casarena, su Single Vineyard Malbec Naoki 2013 ($ 349) y Susana Balbo Wines, su Signature Rosé del Valle de Uco ($ 572), entre otras.