Tres vinos que saben a sus terruños

Valoro cuando los vinos tienen esa gloriosa particularidad de sentir, oler y saber a su tierra de origen. Esas notas terrosas, únicas y tan orgánicas que hacen a la identidad de las uvas plantadas en tal o cual región vinícola, pero también a sus suelos y a la manera en la que el hombre ha realizado sus cuidados. Todos los vinos vienen de algún lugar, es cierto, pero a veces algunos nos permiten identificar parte de las características de su tierra con mayor nitidez. Les dejo tres ejemplares especiales que han llamado mi atención estos días. Vinos que saben a sus terruños: Italia, España y Canadá, tres países vinícolas que tienen muchísimo para ofrecernos y deleitarnos.

 

¿Ganas de un vino blanco italiano de los más elegantes, suaves y clásicos? Entonces, el Colombara Zenato Soave Classico DOC ¡es una excelente opción!. A la clásica variedad autóctona Garganega se suma en este vino un 30% de Chardonnay que lo convierte en una propuesta de blanco mucho más particular y original. Conservando su carácter mineral tan específico del terruño, nos ofrece también un agradable toque frutal y untuoso. ¿El Resultado? Un delicioso y abordable vino Soave para maridar con la mejor gastronomía, de una relación precio/calidad excelente.

 

 

Fuenteseca es una agradable propuesta de vinos orgánicos de Bodega Ecovitis Sierra Norte de la región española de Utiel-Requena. Refleja a la perfección no solo las características de las dos uvas que lo componen: Bobal y Cabernet Sauvignon, sino que también expresa con mucha elegancia y sutileza el carácter fresco, joven y moderno que tienen en general los vinos de esta denominación. Me ha encantado justamente esa pureza, un vino simple, sin mayores pretensiones que las de ofrecer esas notas de fruta y esos matices herbáceos que nos remiten a su suelo y su terroir especial, una zona de altura, con vides a más de 900 metros de altura y que se beneficia de un clima mediterráneo con influencia continental.

 

Descubriendo el Pinot Noir de Niagara
Siempre hay algún nuevo matiz que podemos descubrir en los Pinot Noir… En éste, ¡es el terruño canadiense de la región de Niagara en su máxima expresión! La familia Bosc, con su bodega canadiense Chateau des Charmes elabora vinos desde hace 7 generaciones en estas tierras de Ontario, y con este 100% varietal no hace más que confirmar un excelente “savoir faire”, pero también la autenticidad local, con vinos elegantes que reflejan con mucha naturalidad los suelos y la fruta. Su Pinot Noir es de gran sutileza, con un carácter mucho fresco a los que podemos encontrar en aquellos elaborados en Europa o Sudamérica. Me gusta por sus notas de sotobosque y su final ligeramente especiado, es un vino tinto fácil de tomar y disfrutar.

 

Corresponsal en Canadá: Marina La Forgia